Frente a las grandes marcas que cuentan con amplios equipos de profesionales expertos en marketing digital y publicidad, la mayoría de las pymes siguen realizando esta labor en solitario. Lo cual hace que la planificación de estrategias de marketing digital quede en manos normalmente del gerente de la empresa de una manera mucho más amateur.
Concretamente el 47% de las pequeñas empresas no recurre al apoyo de expertos en marketing digital que puedan ayudarle a mejorar o a cumplir sus objetivos. Solamente en un 23,5% de los casos se contrata a un profesional para llevar a cabo estas tareas y en un 17,3% de los casos se realiza parte del trabajo desde la empresa y se delegan algunas tareas al profesional. Y solamente un 6% recurre a una agencia o empresa especializada.
Además, casi todas las pequeñas empresas basan su estrategia de marketing digital en la web. El 71,6% la utiliza como canal de marketing. Lo que significa que terminan descuidando otros canales que pueden tener un gran potencial para aumentar las ventas del negocio, como es el caso de las redes sociales, la publicidad digital, el email marketing, la publicación de contenidos, la publicidad impresa o el correo postal. Y lo peor de todo es que un 20% de ellas no planea poner en marcha ninguna estrategia de marketing digital.
¿Están siendo eficaces las campañas de marketing de las pequeñas empresas?
Si tenemos en cuenta que la gran mayoría de las pequeñas empresas no cuenta con el apoyo de un experto en marketing digital, no resulta extraño que a pesar de la buena voluntad y de los esfuerzos que realizan, los resultados de sus campañas no se ajusten a sus expectativas. El problema principal radica sobre todo en el hecho de no usar métricas para analizar los resultados. Con lo cual, casi la mitad de las pequeñas empresas que ponen en marcha campañas de marketing no saben si están siendo realmente efectivas. Y lo peor de todo es el 13,9% está convencido de que sus esfuerzos no están siendo efectivos para conseguir sus objetivos.
Estos objetivos suelen ser aumentar las ventas, dar a conocer la marca, generar leads, fidelizar clientes o llevar a cabo promociones. La cuestión es que las pymes se están centrando en los últimos pasos del proceso de compra y están descuidando otras fases de vital importancia como la captación de nuevos clientes o el proceso de fidelización de los mismos.
En cuanto a los retos a los que se enfrentan, debemos destacar la conversión de leads. Un proceso que va desde las acciones para atraer a los usuarios hasta aquellas que son capaces de convertir las visitas en leads y finalmente en clientes reales. De hecho, el 20% de las pymes reconoce que lo más difícil es convertir los leads en clientes. No obstante, muchos también destacan que atraer tráfico hacia la web y convertir las visitas en ventas son dificultades añadidas. Y es que casi el 18% de estas empresas asegura no encontrar tiempo ni tener recursos suficientes para llevar a cabo las tareas de marketing.
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