Cómo hacer autocrítica para mejorar profesionalmente
La autocrítica es la capacidad que cada uno tenemos para saber detectar y reconocer cuando nos equivocamos. Ser autocrítico es esencial para mantener un ambiente armónico en el trabajo, además nos aportará credibilidad y autoridad ante los demás. Ser plenamente conscientes de nuestras fortalezas y de nuestras limitaciones nos dará tablas para saber manejar cualquier tipo de situación. Así como, reconocer cómo nuestro entorno percibe nuestro comportamiento.
La autocrítica nos hace madurar y superarnos personalmente, nos da herramientas para llevar nuestro comportamiento a donde queremos llevarlo. Cuando somos conscientes de aquello que queremos mejorar, cuando somos capaces de analizarlo, meditarlo y hallar nuevos caminos de mejora, en el momento que vuelva a darse una situación similar, tendremos las habilidades necesarias para hacerle frente, bloquearlo y/o superarlo. En conclusión: estaremos creciendo en todos los sentidos.
La tendencia empresarial es la de equipos cada vez más colaborativos y diversos, en las que conviven generaciones de edades diferentes, distintos sexos, experiencias, culturas, etc. Conectados desde varios puntos, puede darse el caso de equipos remotos donde la presencia física esté ausente. Por lo que tener capacidad de autocrítica nos ayudará en la tarea de relacionarnos con el resto de compañeros, jefes, superiores, etc.
Una persona que no es capaz de asumir su culpa y hace responsable al resto de compañeros de sus propios errores, dificulta en gran medida el entendimiento entre los equipos. Detectar aquello en lo que queremos mejorar nos hará superarnos personalmente y por tanto seguir creciendo profesionalmente, porque habremos eliminado una barrera mental nuestra.
Cómo aplicar la autocrítica con una actitud positiva
Naturalizando los errores, es decir, equivocarse es de humanos, por lo que no hay nada más humano que errar, cuanto antes asumamos este paso, estaremos en mejor disposición de autocrítica.
La manera en la que nos hablemos a nosotras mismas es fundamental para mantener una actitud positiva ante el proceso de autocrítica. Cuando realizamos algo de manera incorrecta, debemos tratarlo de forma objetiva para ser capaces de reponernos y alcanzar una solución lo antes posible y seguir hacia adelante. De nada sirve mantenerse en un pensamiento negativo que no nos aportará ni enriquecerá para la siguiente ocasión.
Además, utilizar un lenguaje negativo hacia nosotras mismas mermará en nuestra autoestima. Una autocrítica excesiva guarda relación directa con una baja autoestima, en estos casos debemos ajustarnos y encontrar el equilibrio. Al fin y al cabo de lo que se trata es de superarnos, no de castigarnos.
Pero nuestros compañeros, superiores y por supuesto, el área de recursos humanos de tu compañía pueden ayudarte en esta tarea a través de diversas técnicas. Por ejemplo, recopilando evaluaciones anónimas o elaborando un cuestionario con preguntas abiertas sobre acciones de nuestra conducta en concreto, buscando ejemplos reales.